Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

martes, 17 de julio de 2012

Sus Satánicas Majestades

Se habla mucho de los abuelos del rock a raíz de su primer concierto hace ya la friolera de 50 años. A mi particularmente me gustaban más en sus inicios, me parecían más frescos cuando estaban más cercanos al rhythm & blues, más influenciados por la música negra americana, más jóvenes e irreverentes... Pero siguen siendo únicos en su género. 
A finales de 1968 aparece el álbum Beggars Banquet y aunque ya habían empezado a mostrar un giro hacia el rock en sus anteriores discos, aquí nos sorprenden con Sympathy for the Devil, para mí uno de sus mejores temas, con un interesante ritmo tribal, cargado de percusión y con los gritos primarios de Jagger. Esto es, una vuelta a los orígenes, a la mala reputación del blues, al maldito blues. El tema va adquiriendo cuerpo e incrementando la tensión poco a poco, al tiempo que nos explica quién habla y cual es su historia, su tremenda historia. Si el título de Satánicas Majestades de su anterior álbum ya se lo aplicaban al grupo implicitamente, ahora les quedaba como anillo al dedo con esta canción. Los chicos malos del rock ahora sí que eran verdaderamente malos. Quién podía cantar al Diablo casi con arrobo, solo ellos. Y en los coros las chicas malas de la época: Marianne Faithfull y Anita Pallenberg (jolín con las chicas). En definitiva, de lo mejorcito de la historia de la música.

Al margen de esta canción, no sé si conoces que en Madrid existe un monumento dedicado al Angel Caido, al señor del que hablan los Rolling Stones. Y aunque siempre se ha dicho que es el único en el mundo, parece ser que no es cierto, que hay otros dos, uno en Canarias y otro en Italia. Pero el de la capital española se encuentra a 666 metros sobre el nivel del mar y sí que es lo que parece, no como los otros. Acongoja ¿verdad?

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