Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

Una costumbre que se va perdiendo poco a poco por estas fechas es la de envíar tarjetas de felicitación.
Recuerdo que cuando era niño y ya quedaban pocos días para llegar la Navidad empezaban a llegar a mi casa muchas cartas de familiares y amigos con buenos deseos de cara a las fiestas y que el año que iba a comenzar fuese lo más positivo para todos. Eran otros tiempos, en los que no existía Whatsup y en los que la Navidad todavía no había llegado a un punto tan consumista como en el que nos movemos hoy día. Es triste pero es así.
Pese a ello creo que son unas fechas especiales y que debemos darles el valor que realmente merecen, de amor, de paz, de unión y todo aquello que nos mueva a ser un poquito mejores. Así que este año he desempolvado una tarjeta navideña o christma que lleva en la familia mucho tiempo, creo que tiene más de cuarenta años. Con él y este clásico te deseo todo lo mejor en esta fiestas y que puedas disfrutarlas junto a los tuyos.
FELIZ NAVIDAD

lunes, 16 de diciembre de 2013

ANECDOTA (con diéresis encima de la c)

Efectivamente, parafraseando a Les Luthiers, hoy voy a contar una anécdota, con diéresis encima de la c (aunque como ya saben es un error de lipotimia).
Todo viene a raíz de una de esas noticias con las que no sabes si apenarte por el hombre, echarte a reír o mirar para otro lado. Nos encontramos en diciembre del 2004. Como alguna que otra vez por estas fechas decidimos ir a la capital del Reino para, como tantos otros, ver la nueva decoración navideña, las luces, comprar algunos regalos, etc. Generalmente, y de nuevo como todos, vamos al centro: Plaza Mayor, Puerta del Sol, Callao... Por supuesto yo me pierdo un tiempo entre esas estupendas tiendas de discos que todavía quedan por la zona: La Metralleta, La Gramola, Melocotón, Bangladesh, Killer Discos, Escridiscos, Babel... En fin, momento de felicidad propia, personal e intransferible. Y cae algún disco para la colección, como debe ser.
Mas tarde, ya con mi mujer y en determinada tienda de origen francés encuentro un libro que me había llamado la atención hacía tiempo y que deseaba con autentica pasión Bienvenido Mr. Rock, los primeros grupos hispanos 1957-1975 de Salvador Domínguez, que además de autor de semejante volumen, es uno de los mejores guitarristas de este país y miembro de algunas de las bandas mas representativas del rock patrio, desde Los Pekenikes hasta Banzai. Y junto a éste se encontraba la segunda parte del mismo, Los hijos del rock, los grupos hispanos 1975-1989. O sea dos tochos comentando toda la historia del rock en español desde sus orígenes. Así que ahí estaba yo, con uno de los libros en la mano y va mi santa esposa y dice: "cógete los dos libritos que te los regalo". Y mi cuerpo se transmutó a una felicidad total para luego ir fraguando una pregunta en mi cabeza: ¿no será un regalo envenenado? El caso es que, por si cambiaba de opinión, agarré los dos tomos y nos fuimos a la caja a pagar. Pero esa pregunta seguía resonando en mi cabeza.
Salimos a la calle, continuamos con el paseo y haciendo otras compras. Las bolsas cada vez eran más numerosas, y el peso también. Sobre todo el regalito, casi siete kilos de regalo. Como una pata de jamón.
Según iba avanzando la tarde, la calle se iba llenando de más gente haciendo cada vez más difícil el andar. Mis brazos estaban cada vez más largos por el peso, y mis manos ya no daban para más bolsas y paquetitos. Pero ni por asomo soltaba yo mis libros. Hasta que, por fin, llegó el momento de volver. No tenía suficiente calle para correr en nuestro regreso. Cuando llegué a casa solté todo, agarré mis libritos y, olvidándome del mundo, me senté en mi sillón disfrutando de mi "pesado" regalo. Y cómo lo disfruté. Aún cuando mis brazos medían unos centímetros más. A última hora, la verdad sea dicha, estuve a punto de acabar como el señor chino de la noticia pero supe contenerme ya que, primero, el regalo bien merecía el esfuerzo y, segundo, todas las ventanas que encontré para tirarme se encontraban en la planta baja. Así que la cosa no pasaría de un tonto chichón. Afortunadamente.
Retomando el hilo, a día de hoy se puede encontrar mucha información en internet sobre cualquier cosa pero en lo que nos atañe, la historia del pop-rock en español, no he encontrado una obra tan increíble y tan completa como esta colección. Podemos hablar de ella como la biblia del rock en español, y desde luego se encuentran entre mis libros de cabecera. Una buena obra por un gran guitarrista: Salvador Domínguez.
P.D. Cuidado con los regalos, los hay envenenados.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Apple y Zapple

Una manzana con luces y sombras o el Zipizapple de los Beatles
Que los Beatles rompieron moldes en todos los aspectos es algo que queda fuera de toda duda. Pero que rompieron más de un plato y los muchachos se quedaron más anchos que largos también es verdad.
Para muchos, el fallecimiento de Brian Epstein, supuso un punto de inflexión en la carrera del grupo. Epstein no solo se ocupaba de los aspectos que todo manager debía de llevar a cabo, también influía de manera directa en la vida personal de los Beatles. Era más que un simple administrador de una empresa, y no de cualquier empresa. Por todo ello cuando fallece en 1967, los Beatles, se encuentran completamente fuera de juego. No tienen ni idea de nada que no tenga que ver exclusivamente con la música. Aún así tienen que tomar el control de todo lo que llevaba el mánager y uno de los primeros problemas que se encuentran es la renegociación de su contrato. Además se dan cuenta que deben invertir gran parte de sus ganancias para protegerse de Hacienda y que ésta no se lleve el fruto de su trabajo.
Por todo ello, en 1968, los Beatles crearon un conglomerado empresarial con el que tratarán de tener en sus manos todo el proceso musical. Formaron diversas divisiones que iban desde la estrictamente musical y mas cercana al grupo hasta la electrónica y el cine, pasando por la moda. Pero hay más, el lanzamiento del nuevo sello servirá para dar a conocer a nuevos talentos. O al menos esa es su idea, pues la publicación en los medios de que se escucharía a todo aquel que creyese tener talento llevó a la discográfica a verse increiblemente saturada de posibles artistas de éxito.
Así aparece Apple Records. A través de ella se publicarán los siguientes discos de los de Liverpool y de otros artistas como Badfinger, Mary Hopkin, Billy Preston y Ravi Shankar con bastante éxito en cualquier caso, amén de otros nombres más de no tanta fama.
Pero la confianza que tenían los Beatles en que todo lo que hacían, tocaban o creaban se vio truncada con una de esas subsidiarias de Apple Corps, Zapple. Bajo esta manzana con z supuestamente iban a publicarse trabajos experimentales o de vanguardia, pero solo dio para dos trabajos (afortunadamente) en el que John Lennon y George Harrison dieron a conocer sendos discos en los que sale lo que sale, Unfinised Music n.2: Life with the lions y Electronic Sound. Ser un Beatle ya no es sinónimo de éxito y así van a  conocer el reverso tenebroso de la fuerza (que ya habían empezado a soborear con el proyecto Magical Mystery Tour). El proyecto de Harrison se basa puramente en lo "musical". Me recuerda más que otra cosa a esos discos con efectos de sonido que se utilizaban para películas o en las radionovelas. Pero lo de Lennon no sé en qué se basa. Gran parte del disco parece sacado de aquellos psiquiátricos donde se hacía experimentos con los pacientes en un supuesto intento de curarles de su locura. No sé, quizás es que no consigo apreciar las vanguardias musicales.
Visto lo visto, no es de extrañar que poco tiempo después llegara el tiburón Allen Klein como fichaje para poner orden en la corporación y entre las pocas cosas buenas que hizo se encuentren el cerrojazo de Zapple y todo aquello por donde se escapaba el dinero de los Beatles. Pero ésa es otra historia.