Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

viernes, 11 de septiembre de 2015

La Unión

De entre todo el pop que surgió en los ochenta (y fue mucho) casi puedo decir que La Unión es de los grupos que menos me gustan. A excepción de su primer disco. En él se unían cosas que eran partes importantes de mí mundo: el cine, la literatura fantástica, el misterio, la evocación de otras épocas y lugares, un estilo musical distinto e interesante... El grupo estaba formado como cuarteto, que quedaría en trio pocos años después, y donde los teclados eran parte importante del sonido que desarrollarian en sus inicios.

Todo comenzaba con Sildavia, una alusión a un paraje imaginario, perdido, tomado al parecer de un país que aparece en Las Aventuras de Tintín y que supuestamente se hallaba situado en los Balcanes. Aunque en la historia que nos cuenta La Unión hace referencia a algo más onírico, fantástico... Este supondría su segundo sencillo llegando al número uno en las listas.
A continuación viene una bella metáfora del amor entre dos cuerpos celestes, Eclipse Total. Y tras ella otras dos de amor pero más sordidas: Sangre Entre Tú y Yo y Cabaret. Seguimos con la canción que da título al disco, Mil Siluetas, y los contactos con el más allá como dice en la propia letra.
A mitad del disco aparece uno de los grandes éxitos del grupo, y su primer número uno, Lobo-Hombre en París, basado en un relato del francés Boris Vian sobre un lobo que se convierte en hombre y merodea por los barrios de la Ciudad de la Luz.
Le sigue Todos los Gatos Son Pardos, otro tema que juega con un mundo literario, la confusión y las sombras. Mujer Cosmopolita, para mi, un buen tema pero quizás de los más flojos del disco. Como penúltima canción, Voracidad, un relato interesante sobre un comelibros insaciable y alusiones a sus gustos literarios. Y para cerrar el disco La Niebla, de nuevo una adaptación de otro relato de lo más surrealista (y erótico) de Vian. En definitiva, nos encontramos con un disco genial, con una atmósfera pesada, oscura, por momentos asfixiante, pero muy distinto a cuanto se había hecho hasta ese momento.

Lo que vino después sinceramente no me interesó mucho. Fueron girando hacia un sonido más comercial e incluso discotequero, pinchando por completo lo que en un principio parecía tan prometedor. Aunque realmente es a partir de ahí cuando despegan, así que supongo que fui yo el que se quedó descuadrado. Pero ya solo por este disco valió la pena.

martes, 1 de septiembre de 2015

Nacha Pop

Supongo que para unos músicos con unos cuantos discos a sus espaldas, que habían firmado algunos de los éxitos más importantes del pop español de los ochenta, y ser recordados por el público en general, casi únicamente, por su disco de despedida debe causar cierta tristeza, perplejidad, extrañeza o yo que sé.

Es lo que pasó con Nacha Pop. Y es verdad que eran conocidos, que sus canciones se escuchaban en la radio, que la crítica alababa sus letras y melodías... Pero que tu mayor pelotazo sea un disco en directo, Nacha Pop 80-88, con el que dices adiós es para que se te quede cara de nabo pensando en lo que podría haber venido después y que se quedó en el aire. Es verdad que las principales figuras del grupo, Nacho García Vega y Antonio Vega (primos por cierto), ya empezaban a estar un poquito hartos el uno del otro. Supongo que lo normal para estos casos.
Pese a todo, gran disco el que dejaron estos chicos como despedida. Con una gran colección de canciones, un buen sonido, potente por momentos, y mostrando una gran complicidad con el público asistente.

Si tomamos precisamente ese disco y nos molestamos en ver el cancionero que lo conforma, descubriremos que de su disco de debut hay nada menos que cinco temas. Cinco canciones conocidas que nos hacen caer en la cuenta del inicio arrollador con el que comenzaron, y, pese a ello, casi es un disco que mucha gente desconoce. A muchos les preguntas algo tan simple como cómo es la portada de este disco y no tienen ni la menor idea. Pero este disco es un clásico en sí mismo. Y eso es porque tiene entre sus surcos La Chica de Ayer, clásico entre los clásicos del pop español. Pero no solo eso. Marca el estilo que Nacha Pop va a desarrollar a lo largo de sus ocho años de historia. Su sonido toma mucho de la nueva ola inglesa; dos compositores totalmente opuestos pero complementarios; letras complejas, muy poéticas (sobre todo las de Antonio) pero al mismo tiempo muy bien construidas. En fin, un grupo bien armado.

Así que decir que este disco es importante solo por La chica de Ayer es quedarse corto. Si, además, lo acompañas de algunas canciones que ya hubiesen querido más de uno para sí mismo rematas la jugada. Y ahí nos encontramos Antes de Que Salga el SolSol Del Caribe, Nadie puede PararDéjame Algo... La verdad es que este disco, pese a tener la friolera de treinta y cinco añitos, ha envejecido bastante bien; es muy gustoso de escuchar.