Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

miércoles, 21 de enero de 2015

Eric Clapton

A nuestro buen amigo Eric Clapton le han llamado muchas cosas y algunas no precisamente buenas. Probablemente una de las que más le duela (y también a mí) es que se ha aprovechado del talento de otros para prosperar. Que en el fondo siempre ha sido un protagonista secundario, de lujo, pero secundario. Como si a base de rondar siempre por ciertos círculos terminaba por entrar en proyectos de interés, o porque por conocer y caer en gracia a músicos consagrados conseguía sacar tajada. Como si él por si solo no valiese.
Quizás no se haya prodigado demasiado como compositor y muchos le conocimos gracias a canciones compuestas por otros, pero ha terminado por dejar unos cuantos éxitos propios y ajenos con su toque particular. Y no solo eso, ha formado parte de lo más reconocido del blues, y por derecho propio: los Bluesbreakers de John Mayall, Yardbirds, Cream, Blind Faith...

En los primeros setenta su vida personal practicamente toca fondo pero logra coger el toro por los cuernos. Se rehace y, después de muchas idas y venidas, consigue varias cosas. Primero, levantarle la esposa al bueno de George Harrison; segundo, dejar a un lado algunas adicciones peligrosas; y, por último, meterse en el estudio consiguiendo facturar un disco, 461 Ocean Boulevard, que incluirá su primer número uno en EEUU, I Shot the Sheriff. Este pelotazo servirá a su vez para lanzar a su creador Bob Marley al estrellato. En general el disco sigue sonando al blues que ha hecho Clapton desde siempre, pero ahora se añaden toques de soul, rock y, por supuesto, reggae. Si buscas al guitarrista famoso quizás no sea este disco el más apropiado; ahora bien, si andas tras un puñado de buenas canciones interpretadas por un gran músico, eso ya es otra cosa. Un disco para escuchar despacito.

miércoles, 14 de enero de 2015

Y si rompen ¿qué hacemos?

¿Qué pasa cuando un grupo que ha tenido bastante éxito se separa? Obviamente lo primero que pensamos es en que no los volveremos a ver juntos, que no habrá discos nuevos... Pero ¿y si es el mejor grupo de la historia? Pues pensamos en esas cuestiones anteriores, y también en qué va a ser de la música de ahora en adelante, qué haremos con nuestras vidas, si el mundo será igual desde ese momento, si hay vida en otros planetas... Lo normal, vaya.
A las últimas preguntas es más difícil contestar, cosa distinta son las primeras divagaciones. En cualquier caso, no debemos preocuparnos. Todos esos interrogantes son asumidos por las discográficas, y sabedores de nuestros desvelos irán sacando al mercado "diferentes" productos para satisfacer nuestras necesidades. Son así de majos. Y esto ha sido así desde hace mucho. Ahora se han puesto de moda las remasterizaciones, las ediciones deluxe, los tributos, los discos de aniversario... El objetivo: sacarnos la pasta. Y nos dejamos, vaya que nos dejamos. Pasamos por caja con nuestro disco en las manos y cara de gilí. Pero como digo, esto no es de ahora. Y es algo que ya hemos hablado anteriormente.

Cuando los Beatles se separan en aquel ya lejano 1970, las discográficas EMI/Apple/Capitol, supongo que se echarían las manos a la cabeza pensando qué iba a ser de ellos, acababa de morir la gallina de los huevos de oro. Y lo que más les apesadumbraba: Qué iba a ser de los miles de fans en el mundo (véase un guiño irónico). Así que se pusieron manos a la obra y desde el mismo año de su separación comienzan a sacar distintos "nuevos" discos.

El primero, Hey Jude (1970). Un disco que aparece antes de Let It Be que, por cierto, ya venía con retraso y algo había que sacar al mercado. Así que se edita un recopilatorio de diversas canciones que aparecieron solo en sencillos, así como caras b. En cualquier caso evidencia lo que está pasando en el grupo. Para fin de año, y fieles a su cita navideña aparece From Then to You (1970), que aúna todos los mensajes navideños que los chicos enviaron a través de su club de fans.

Por Siempre Beatles (1971). Disco publicado por filiales de la EMI en paises básicamente de habla hispana; incluía un repertorio amplio tomado de singles y alguna que otra rareza como The Inner Light y I'm Down que fueron caras b de sencillos exclusivamente

Para 1973 salen los dos álbumes recopilatorios oficiales del grupo: The Beatles 1962-66 y The Beatles 1967-1970. El rojo y el azul, dos discos dobles con grandes éxitos de la banda, y que forman parte de los más vendidos en la historia de los Beatles.

La siguiente colección de canciones recoge lo más rockero del repertorio beatle propio y ajeno. Aparece en 1976 y se llama Rock 'n' Roll Music. Es otro doble, que se editó primero como uno y posteriormente por separado, cambiando las carátulas. Y también se sacan de la manga All This and II World War, una fumada. Y sí, has acertado, es doble.

El año siguiente, 1977, da para dos nuevos lps. The Beatles at The Hollywood Bowl donde se muestra a los chicos en directo en EEUU; y otro recopilatorio doble pero ahora "blandito", con canciones de amor: Love Songs.

En 1978 se publicó Rarities con canciones poco conocidas, caras b, dos "alemanadas" y algo más. Y nuevamente alguien le da al canuto más de la cuenta y aparece en los cines Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, con su correspondiente banda sonora.

España también editará su disco Beatle con los éxitos del grupo: The Beatles 20 Éxitos de Oro. Era 1979.

1980 trae The Beatles Ballads. Como su nombre indica son baladas. La verdad es que no se matan pensando los nombres de los discos. Por su parte, en Suecia, editan Beatles' Greatest que aglutina éxitos de sus primeros dos años.

Dos años más tarde (1982) nos encontramos con dos nuevas publicaciones: Reel Music, un lp que reune las canciones aparecidas en sus películas; y 20 Greatest Hits, pues eso, 20 grandes éxitos.

Y vamos a parar aquí. Hemos hablado de algo más de una década y los Beatles ya estaban más que separados, pero podemos ver hasta que punto se puede estirar la carrera de un grupo sin realmente ofrecer nada nuevo. Y no he citado todo cuanto apareció. Pero eso no significa que la maquinaria de obtener rendimientos de EMI/Capitol se pare. No tenemos nuevas cosas de los chicos pero seguiremos sacando discos "nuevos". Y ya sabemos lo que vino en las décadas siguientes. Parece ser que la gallina sigue poniendo huevos de oro.

miércoles, 7 de enero de 2015

Cadillac

He estado escuchando dos discos que hacía mucho que no pasaban por el plato, los dos primeros lps que sacaron Cadillac.Y la verdad es que la escucha empezó con un poco de reparo. No tenía muy claro si su sonido iba a ser el que recordaba cuando se colaban por aquella radio de los ochenta. Porque ya se sabe lo que pasa con muchos de los discos de esa década, que no aguantaron el paso del tiempo.

Pero empecemos por el principio. Para quien no conozca el grupo hablo de cuatro señores con experiencia musical que a principio de los ochenta se juntan con la idea de hacer un pop fresco, limpio y con unas voces bien engastadas. Entre sus fundadores se encuentra José María Guzmán, ex-integrante de Solera; Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán; y Módulos. Sacaron cinco discos entre 1981 y 1986. Conozco básicamente los dos primeros y algún tema más posterior. De su deriva hacia el funky y el tecno, y aquel escarceo que tuvieron con el Festival de Eurovisión, me dejaron más bien frío. Su éxito en general fue relativo, quizás porque no estaban muy en sintonía con la pujante movida madrileña.

En su primer disco Pensando en tí no suenan tan ochenteros, pese a una carátula que nos indica lo contario, con unos colores muy fluor; y en el que su sonido predominan las guitarras, una batería pura y dura, así como estribillos pegadizos. Tiene temas muy apañados como Si faltas túSe ha cruzado un tontoY te vasVivir sin dinero, esta última casi un himno de los ochenta. Para mí es un disco bastante interesante y una lástima que haya caido en el olvido.

Y el segundo, no diré que es una continuación del primero porque creo que ya se van notando algunos cambios en su sonido. A destacar la canción que da título al disco, Llegas de madrugada; y su gran éxito Soy un soñador, adaptación del I'm a believer de Neil Diamond y que grabaron los Monkees.

En fín, que el regusto que me ha quedado ha sido bastante más dulce de lo que esperaba. Una pequeña satisfacción.